A la muerte de un torturador

07.05.2020

Hoy es 7 de Mayo de 2020, la prensa publica que ha fallecido bajo la pandemia de coronavirus el torturador franquista Juan Antonio González Pacheco, conocido como Billy el Niño. Y no es lo que hubiésemos querido.

El infame Billy el Niño fue responsable de todo tipo de torturas y vejaciones en las salas de interrogatorios de la sede de la Dirección General de Seguridad, sita en la Plaza Mayor de Madrid (hoy sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid).
Aunque desde 1982 ya no ejercía como policía, nunca tuvo problemas para ganarse la vida en el sector de la seguridad privada, con el beneplácito de los diferentes gobiernos de estas cuatro últimas décadas. Tal y como publicó eldiario.es, entre los años 2010 y 2016, los contactos que aún mantenía en los altos mandos de la Policía Nacional le permitieron facturar unos 680.000€ para su empresa privada de seguridad/información.

Hoy es 7 de Mayo de 2020, la prensa publica la notica de su fallecimiento. Y no es lo que hubiésemos querido. Sus actos abyectos, que le dieron fama, no han sido juzgados; los luchadores antifascistas exiliados, represaliados y asesinados desde 1936 hasta los años 70 no recibieron el reconocimiento moral que merecen; el Franquismo, organización criminal de Estado por mor de unos determinados intereses de clase, sigue sin ser reconocido en España como un régimen genocida cuyos herederos y beneficiarios, empezando por Juan Carlos de Borbón y terminando por algunas famosas sagas familiares y determinadas instituciones de nuestra democracia formal, nunca fueron censurados por la ilegitimidad sobre la que se erigieron; la legalidad democrática de la II República nunca fue restaurada, y muchos de sus defensores hoy siguen pudriéndose en cunetas ignotas y revueltos en fosas comunes.
Los intereses de clase, después de todo, no han cambiado tanto.

Quizás la muerte de González Pacheco bajo el Covid-19 tenga algo de justicia poética. Pero es, sin duda, una inaceptable derrota para la justicia mundana y para los Derechos Humanos.


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