Unos apuntes de EHD sobre arte

01.08.2018

Sobre dibujar en monocromo:

En los dibujos en monocromo la mirada debe rescatar aquello que no está, que no se ve, que no aparece. El uso del monocromo fuerza que sólo resulten visibles algunos trazos -tinta negra sobre un fondo claro- o, a la inversa, algunas formas que emergen de la oscuridad -el uso del color blanco sobre un fondo oscuro-. La mirada, así, se ve impelida a rescatar esas figuras visibles desde lo invisible, reconstruyendo ella misma lo que se muestra en el dibujo.

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De la misma manera que en el célebre test de Rorschach [1] es la pisque del paciente la que debe interpretar un mancha de tinta producida azarosamente sobre una lámina, convirtiéndola en una figura con sentido; o en la pareidolia [2], que funciona sobre ese mismo mecanismo psicológico, que nos hace ver un rostro o alguna otra figura familiar en una mancha en la pared o en un jirón de nube; así también en el arte es el espectador el que debe recomponer lo visible para convertirlo en una imagen con sentido. Esto fue llevado a un cierto extremo en los retratos de Giuseppe Arcimboldo [3] o, de un modo bien distinto, por autores como René Magritte [4] y Salvador Dalí [5].
Lo interesante, en este sentido, no es el naturalismo en la pintura o la ausencia de naturalismo, en definitiva, lo directa o lo indirecta que sea la interpretación que deba realizar la mirada, sino los mecanismos interiores que recomponen la imagen y hacen aparecer lo comprensible donde, en realidad, no hay más que pigmentos, colores, formas.

De izquierda a derecha:
1. Lámina del test de Rorschach.
2. Pareidolia de un rostro de perfil en una nube.
3. Giuseppe Arcimboldo,
Aire.
4. René Magritte,
Los paseos de Euclides.
5. Salvador Dalí,
Persistencia de la memoria corpuscular.

Y, si de mecanismos psicológicos hablamos, esta cuestión de qué papel juega la interpretación en el arte acaso sea también una vía de acceso a las pulsiones interiores que operan en nosotros.
Miedo y deseo, oscuridad y luz, tensión y calma, visión y ceguera, una suerte de código binario en el que no hay posiciones intermedias, como técnica pictórica en los dibujos en monocromo.


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