Socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres
(Fotografía de Clara Zetkin y Rosa Luxemburgo)
Sobre los paros convocados para el 8 de Marzo.
Un año más, el Día de la Mujer
Trabajadora será una jornada para continuar reivindicando los
derechos sociales y laborales de las mujeres, la igualdad real (y no
meramente formal) frente al género masculino, la emancipación
plena.
Este año, además, el movimiento feminista reclamaba la
convocatoria de una Huelga General de mujeres, que finalmente ha sido
(parcialmente) respaldada por las principales organizaciones
sindicales, CCOO y UGT, que han convocado paros laborales en apoyo a
las reivindicaciones del movimiento feminista. Dichos paros tendrán
lugar de 11'30h. a 13'30h. para los trabajos de jornada de mañana y
jornada partida, de 16h. a 18h. para los trabajos en turno de tarde,
y de las dos primeras horas laborales para los trabajos de turno
nocturno.
A nivel de todo el Estado, sólo CGT ha presentado la
convocatoria de Huelga General de 24 horas.
La convocatoria de Comisiones Obreras.
En su comunicado a las instituciones públicas, CCOO realiza una dura crítica y una denuncia pública acerca de la situación real que viven las mujeres, señalando diferentes objetivos de esos paros, a nuestro juicio aglutinables en tres grandes bloques:
1. El rechazo a la situación de desigualdad y discriminación que sufren las mujeres en el ámbito laboral, que se manifiesta en la cronificación del desempleo femenino, mayor dificultad en el acceso a un puesto de trabajo, la feminización de los sectores caracterizados por salarios más bajos, mayor temporalidad y la primacía de contratos a tiempo parcial, todos ellos factores que redundan en la existencia de una enorme brecha salarial entre hombres y mujeres.
2. El rechazo a la violencia machista y a la insuficiencia de medidas en todos los ámbitos para la protección de las víctimas de violencia de género, pero especialmente en el ámbito laboral, donde la propia patronal se desentiende de la violencia que se ejerce en los centros de trabajo.
3. El rechazo a las políticas de igualdad de género del Gobierno, que más allá de una pretendida pose, son papel mojado. No existe una intervención real de los poderes públicos en la defensa de la igualdad entre hombres y mujeres, mientras las políticas públicas de prevención y protección de las mujeres son manifiestamente insuficientes.
En dicho comunicado realizado por CCOO,
se proponen líneas generales de actuación, que si bien recogen un
buen diagnóstico de algunas de las causas que subyacen a las
desigualdades de género, no llegan a cristalizarse en una batería
de propuestas concretas. Entre otras líneas de actuación, CCOO propone:
- La
introducción de medidas para la igualdad en la negociación
colectiva, que permitan superar la resistencia de la patronal, no
sólo a aplicar políticas activas de igualdad, sino incluso a
diagnosticar las desigualdades de género en el ámbito de las
empresas.
- La aprobación de una Ley de igualdad salarial y la
implicación activa de los poderes públicos en acabar con la brecha
salarial, y la aplicación de sanciones para aquellas empresas que
incumplan los planes de igualdad.
- La corresponsabilidad de los
cuidados y cargas familiares exige la aplicación de medidas que
permitan, de hecho, un reparto equitativo de dichas tareas. Es
necesaria, pues, una política sobre la conciliación familiar
orientada hacia la igualdad entre géneros, y no a una conciliación
pensada únicamente para que las mujeres se hagan cargo de los
cuidados familiares.
- Una mayor regulación de la legislación
laboral, especialmente respecto a los contratos temporales y a tiempo
parcial, que explican en buena medida la feminización del empleo
precario y, por ende, la existencia de la brecha salarial.
Se trata, como vemos, de líneas de acutación más o menos generales, más o menos inconcretas. Debemos recordar, no obstante, que la convocatoria de paros realizada por CCOO no pretende protagonizar la jornada del 8 de Marzo, sino que tan sólo viene a reforzar las reivindicaciones del movimiento feminista, auténtico promotor, como no podía ser de otro modo, de las movilizaciones que tendrán lugar dicho día.
La aportación del Partido Feminista de España al debate.
El Partido Feminista de España, dirigido por la conocida Lidia Falcón e integrado desde 2015 en Izquierda Unida, ha hecho público un interesante comunicado en el que se exponen tres ideas centrales:
1. El apoyo a los paros convocados por CCOO y UGT, como respuesta al llamamiento a la huelga realizado por el movimiento feminista. El PFE llama a secundar esos paros y a participar en la movilización social, para lograr una victoria frente a la desigualdad y a la organización patriarcal de la estructura social.
2. La preocupación por la desaparición
de un punto en la tabla reivindicativa: el llamamiento a la abolición
de la prostitución, en tanto que ésta está articulada por los
prostituidores.
Este comunicado del PFE no explicita (lo
sobreentiende, al ser un comunicado feminista dirigido al movimiento
feminista) que la prostitución es una actividad en la que el cuerpo
de la mujer es un mero objeto de los deseos masculinos; el único
papel de la prostitución es el de garantizar a los varones el acceso
(previo pago) a tener sexo con mujeres, y en el que la trata de
personas, la violencia permanente contra las prostitutas, su
exposición permanente a todo tipo de amenazas, extorsión y
vejaciones, es la forma más cruda de la violencia patriarcal.
En
este sentido, el Partido Feminista reclama la abolición de la
prostitución como único medio para la desaparición de esta forma
de atentado contra las mujeres, y muestra una gran preocupación por
la defensa de posiciones regulacionistas de la prostitución, que en
último término vienen a coincidir con los intereses de los
prostituidores.
3. La preocupación por la frivolización de la Huelga General, quizás la más importante arma de la clase trabajadora para defenderse de las agresiones estructurales; una huelga que difícilmente podrá ser secundada por los sectores sociales a los que va dirigida, esto es, aquellas mujeres que viven en una terrible precariedad laboral (piénsese, por ejemplo, en las trabajadoras domésticas); una huelga que sólo podrá ser respaldada por algunos pocos sectores sociales, precisamente aquellos sectores en los que tiene un menor impacto la desigualdad de género, en lo que a salarios y condiciones de trabajo se refiere; una huelga que fue lanzada sin contar con el apoyo sindical, y en la que no van a participar los sindicatos mayoritarios.
Apoyar las movilizaciones del 8 de Marzo.
Si bien es cierto que las medidas y propuestas planteadas por CCOO pueden parecernos insuficientes y, en algunos casos, vagas y genéricas, no es menos cierto que la realidad de los salarios de supervivencia, las draconianas condiciones laborales, la temporalidad, el desempleo, que afectan a toda la clase trabajadora y de manera más grave a las mujeres, nos obliga a dar una respuesta social, colectiva, organizada, contra unas condiciones de vida que siguen degradándose año a año.
Si a ello sumamos,
además, la violencia estructural que afecta específicamente a las
mujeres, una violencia que se manifiesta de diferentes maneras como
el acoso laboral o la violencia de género, y la dolorosa
indiferencia de las instituciones públicas ante esta agresión
permanente contra las mujeres, sólo nos cabe una respuesta posible:
secundar los paros laborales de dos horas por turno, sumarnos a las
movilizaciones que se convoquen, apoyar las legítimas
reivindicaciones que se defenderán el próximo 8 de Marzo.
Seguir defendiendo la necesidad de "un
mundo donde seamos socialmente
iguales, humanamente
diferentes y totalmente
libres", tal y como expresó Rosa Luxemburgo hace ya más
de un siglo.
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